En una era marcada por crecientes preocupaciones sobre el cambio climático y sus impactos globales, el inventario de gases de efecto invernadero (GEI) se ha convertido en una herramienta fundamental para comprender, rastrear y mitigar los impulsores del cambio ambiental. 

Los GEI como el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O) desempeñan un papel importante en el sistema climático de la Tierra, atrapando calor y contribuyendo al efecto invernadero. El seguimiento y la gestión de los inventarios de GEI se han convertido en estrategias esenciales para gobiernos, organizaciones e individuos que se esfuerzan por reducir las emisiones y minimizar su huella de carbono.